martes, 11 de septiembre de 2018

Ovni

Os hablamos hoy de un amiguito, un inseparable de Namibia (Agapornis roseicollis), que fue encontrado en Santa Coloma de Gramenet y transferido a Avium para su cuidado cuando la familia que lo encontró se puso en contacto con nosotros.

 Ovni recibió su nombre de boca de Nuria, voluntaria de Avium, a quien se lo entregó la madre de Esperanza (quien lo había encontrado en la calle), Merche, el pasado 21 de mayo. Nuria eligió ese nombre por el carácter inquieto y los colores azulados de nuestro pequeño amigo. Ella además observó que era muy, muy cariñoso, ya que no quería estar nunca solo ni meterse en su jaula. Además, tenía una pequeña malformación en un dedo, aunque podía perfectamente ser de nacimiento.

Detalle de malformación del dedo

Tras unos días con Nuria, Ester y Juan se acercaron a conocerlo. Tras examinarlo, concluyeron que aparentemente estaba sano, así que Juan procedió a transportarlo a Tarragona, a casa de Fani, nuestra presidenta, con el objetivo de poder llevarlo al veterinario de confianza de Avium. Fani volvió a observar que se trataba de un bichito adorable, muy cariñoso, pero extremadamente nervioso e inquieto, lo que le hizo sospechar que tal vez tuviera algún tipo de trastorno.

Lamentablemente,  las peores sospechas de Fani se cumplieron cuando a los pocos días, y sin dar opción de que lo llegara a ver el veterinario, falleció. Ella fue quien lo encontró por la mañana confirmándose así sus temores.

Vuela alto, Ovni.




















jueves, 26 de julio de 2018

Miya, Kiwi, Mango y Taki

Hoy vamos a contaros la historia de 3 periquitos comunes y una ninfa. La ninfa es Miya, una ancestral macho, y los periquitos son Kiwi, Mango y Taki, todos machos. Todos ellos pertenecían a un familiar de María, de Parets del Vallés, quien los cedió a Avium el pasado 29 de abril. Fuen los recogió y pasaron por diferentes casas de acogida hasta que los periquitos encontraron familia. Miya está aún en casa de Fani; ha hecho buenos amigos allí.

Pero, volvamos al principio de esta historia. El estado de nuestros amigos no era el mejor posible, sino más bien uno bastante precario: jaulas pequeñas, roñosas y en un estado poco salubre, además de estar ellos bastante malnutridos. Parece ser que su dueña había fallecido y nadie en la familia podía atender a las aves como merecían, por lo que María, viendo esto, decidió cederlas a una asociación que realmente se preocupara por su bienestar: Avium.

Kiwi, Mango y Taki al llegar a Avium
Miya al llegar a Avium
Al ser acogidas, se las instaló en jaulas cuadradas y suficientemente amplias, aparte de procurarles comida, agua fresca y limpieza periódica. Por supuesto, se les llevó a la correspondiente revisión veterinaria. Enseguida se comenzó a ver el progreso de todas a mejor, aunque, como no todos los finales pueden ser felices, en un golpe de calor tuvimos que despedirnos de Taki.

Coco al llegar a Avium

Paralelamente, llegó a Avium Coco, un periquito común con problemas en las patitas, y tras su visita veterinaria se creyó conveniente juntarlo con Kiwi y Mango, lo que resultó siendo un éxito, ya que los 3 se llevan fenomenal, y para Coco, ver a sus amigos en las perchas altas de la jaula supone un estímulo para ejercitarse y llegar donde están ellos.




Coco, Kiwi y Mango



Hace una semana, los tres afortunados: Kiwi, Mango y Coco, han sido adoptados conjuntamente por Nuria, su madre y su abuela, para quien esperan que los 3 sirvan de aliciente extra para su memoria.















Por su parte, Miya sigue en Avium y ha hecho nuevos amigos. Está sano, feliz y contento.

Miya en la actualidad

                                   
Miya y su nuevo amigo
                                            

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